01/02/2022 a las 08:25 CET
Mármol de Iolanda
Pedro Sánchez and Yolanda Díaz start 2022 in una luna de miel, Más unidos que nunca. Aunque siempre mantuvieron un buen entendimiento, lo cierto es que dejaron de hablarse durante días en el pulso por la cúpula de la negociación de la reforma laboral, en noviembre, tras un desencuentro que hizo temer al PSOE el fin de la coalición. Sin embargo, los últimos pasos en la coordinación para llegar a un acuerdo con los agentes sociales forzaron el contacto y terminaron por reconstruir la relación. Ahora se les llama o se les ve a todas horas. Están encantados, se entienden y se apoyan, se señalan desde su entorno, porque tienen la misma hoja de ruta: llegar al fin de los términos sin romper para tener tiempo de implementar lo prometido y demostrar la efectividad de la primera coalición de un gobierno estatal en democracia.
No lo tendrán fácil. En el Ejecutivo esperan una tormenta de malas noticias en este primer trimestre. En enero, admiten fuentes gubernamentales, la avalancha de infecciones se traducirá en una aumento de las admisiones hospitalarias que estresará el sistema de salud. La inflación, disparada por el precio de la electricidad, será el otro quebradero de cabeza en los próximos meses para un Ejecutivo que ha asumido que este año no será fácil, pero será mejor que el anterior. “Si alguien espera milagros, se equivoca & rdquor;, advierte un líder socialista relevante. La intención es sobrevivir esos primeros meses más complicados y pisar el acelerador de reformas para llegar a las elecciones generales con los deberes hechos.
No todo el mundo está de acuerdo con el plan. En el espacio de Unidos podemos hay voces que presionan para romper la coalición, dejar el gobierno y forzar un avance electoral. Díaz ni siquiera quiere oír hablar de eso. “Lo dice en público y se lo dice al propio presidente. Hay una coalición por un tiempo, no hay razón para separarse. Los ciudadanos están hartos de las elecciones, quieren un largo plazo & rdquor ;, dicen fuentes cercanas al Vicepresidente Segundo y al Ministro de Trabajo. Aunque indirectamente sectores violetas les envían mensajes para romper la coalición e ir a las urnas este año, Díaz no está dispuesto a dar su brazo para torcer. “Seria irresponsable. Hay que gestionar los fondos, hay medidas que tienen plazos & rdquor ;, insisten en su entorno.
Nadie es consciente de que, además, precipitar las elecciones los impediría construye tu proyecto y lo obligaría a competir bajo la sigla morada, evidentemente, con menos autonomía en la línea política y, casi peor, con imposiciones en la orgánica.
Díaz, explican fuentes cercanas, apuesta por todo. Tu trabajo es tu obsesión y ha pagado un precio emocional demasiado alto para dejarse imponer por estrategias o tener que asumir la tesis del fundador de Podemos y exvicepresidente, Pablo Iglesias. Díaz no solo defiende públicamente la supervivencia de la coalición, sino siempre que pueda ratificar ese compromiso en conversaciones privadas con el ala socialista del Gobierno, por si hay dudas, según varios ministros del PSOE a este diario.
“Una parte quiere agotar la legislatura con la coalición y otra parte prefiere romperse para distanciarse”, dice un miembro del Ejecutivo. Yolanda [Díaz] nos dice que tenemos que aguantar. Está perfectamente integrada en el gobierno y sabe que lo mejor es mantener la coalición. Irene [Montero] Y Ion [Belarra] Nos dicen que lo veremos & rdquor ;, indica otra fuente gubernamental. “Los dos [Belarra y Montero] van por su propio camino en los Consejos [de Ministros]. No intervienen. Vienen juntos y van juntos, no se relacionan con el resto & rdquor ;, describen miembros del Ejecutivo Socialista y Morado. Pusieron el foco en “aislamiento & rdquor; del “hard & rdquor; de Unidos Podemos dentro del Gobierno.
Yolanda nos dice que tenemos que aguantar. Sepa que es mejor mantener la coalición
En el medio año que ha transcurrido desde la salida de Iglesias, admiten en el Ejecutivo, la coalición ha estado unida por el espíritu más pacificador de Díaz. Según Moncloa, que mayor unidad en la coaliciónA pesar de los roces, es garantía de rentabilidad política. “Tenemos que juntarnos, al final, con la agenda cumplida. Hazlo y explícalo. Cumplir lo que prometimos & rdquor ;, subraya un miembro del gabinete. Como ejemplo, todos ponen el pacto por la reforma laboral. Aunque hay algunas críticas en el discurso socialista de que Díaz ha capitalizado este éxito, el gobierno cree que este acuerdo demuestra el potencial de la coalición.
Los socialistas han digerido muy bien que para gobernar necesitarán reemitir la coalición. “Necesitamos a Yolanda [Díaz] conseguir 35 o 40 diputados. Es un equilibrio difícil: no mucho más, porque nos robaría, ni mucho menos, porque no agregaríamos & rdquor ;, explican fuentes gubernamentales. “Es una muy buena política. Ella puede reunir un voto más plural. Su alternativa me parece un éxito. Ser útil es gobernar, lo ha entendido. Es más cómodo no estar en el Gobierno ”, dice un presidente regional sobre el desafío de Díaz.
Sánchez, coinciden varios ministros, afronta esta segunda parte de la legislatura concentrada. “Lo veo muy fuerte, decidido, no va a temblar por una encuesta o por tener que cambiar el guión. Lo veo con las ideas claras, con ganas de darle estabilidad al español. Que nadie espere ataques de nervios. Lleva tres años y medio en Moncloa, ha pasado por todo tipo de situaciones y ha madurado mucho“, Sostiene un destacado líder socialista.
Cuando apenas llevaba medio año en el cargo, el propio presidente hizo esta reflexión en un acto en Madrid: “Como decía Manuel Azaña, La política es un tejido continuo y un destejido.. Si he aprendido algo en seis meses, es que los desafíos nunca terminan. Parece que has resuelto un problema y tienes otros veinte sobre la mesa. “Era noviembre de 2018. Nadie imaginaba una pandemia entonces.
Los desafios
Las encuestas internas de Moncloa indican “Un regreso & rdquor; del PSOE desde el relevo ministerial de julio y, según estos cálculos, los socialistas estarían empatados con el PÁGINAS, with Pablo Casado hundiéndose tras la crisis con la presidenta del Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El Gobierno no oculta su satisfacción por esta evolución. Ven débil el liderazgo del presidente popular y, aunque la suma está preocupada por una subida de Vox, creen que el PSOE podrá activar el electorado progresista y “Muerde en el centro & rdquor ;.
El exministro socialista está de acuerdo Jordi Sevilla. “Peter [Sánchez] Va a empujar muy fuerte a Casado a la derecha. Veamos un discurso enfocado, de consenso, para empujar al PP hacia Vox & rdquor ;, opina. Para Sevilla, el gran reto del Gobierno será mejorar la gestión para que los fondos europeos no queden atrapados en la maraña burocrática. “Sánchez apuesta por la gestión de la Próxima Generación”, admite el socialista.
Para el Sevilla, Sánchez tiene dos grandes retos: integrarse ERC Y Recoger en la política de Estado para reducir el oxígeno al independentismo, como se hizo en su día con el PNV y CiU, y reducir la desigualdad social, especialmente entre los jóvenes.
Calendario diabólico
Más allá de las tensiones de ruptura, inflación y el Covid, Sánchez y Díaz tienen contra el calendario: los avances electorales de Castilla y leon (13 de febrero) y los andaluces (sin especificar) arrojarán, según las encuestas, resultados negativos para el PSOE y Unidos Podemos. En el Gobierno admiten la decepción, pero cuestionan que perder las elecciones autonómicas implica perder las generales.
“Si alguien piensa que Pablo Casado va a ser presidente del Gobierno porque [Alfonso Fernández] Manueco ganar o por qué [Juanma Moreno] Bonilla ganar es claro & rdquor ;, ironiza un ministro. “El cambio de ciclo que allí está anunciando el PP puede ocurrir o no, pero los generales lo indicarán, no lo que pase en Andalucía o Castilla y León”, coincide otro miembro del Ejecutivo. “Cada territorio es diferente. La gente de Castilla y León no sabe si entenderá este avance electoral ”, cuestiona un presidente autonómico.